RUTA CANCÚN 20 DE JULIO 2019.- Una ceremonia de la ayahuasca representa una sesión terapéutica que equivale de 2 a 4 años de terapia psiquiátrica que ayuda a liberar los temores internos del ser humano comentó en una plática para Ruta Cancún Lico Sapdaz, facilitador, hombre medicina o guía espiritual de esta práctica, quien aseguró que la combinación de las plantas de ayahuasca con la chacruna no es una droga.
La ayahuasca es una planta medicinal milenaria de la selva amazónica de Perú que su consumo no es adictiva, por lo que es utilizada por curanderos para tratar la adicción a las drogas logrando buenos resultado, “la ayahuasca hace que las personas se liberen de las drogas, además que te confronta con tus traumas del pasado y el propósito es liberarlos” aclaró Lico.
«Cuando se toma ayahuasca se amplifican todas las percepciones de los sentidos, el oído, la vista, el olfato, es un viaje directo a tu interior, es un trabajo con tu ego, sin que te duermas porque en todo momento estas consiente y empiezas a ver todo la información que está dentro ti” enfatizó
La combinación de las dos plantas es un brebaje de la liana de la ayahuasca y un arbusto llamado chacruna que contiene dimetiltriptamina mejor conocido como DMT y su consumo es capaz de inducir a los más altos estados de la conciencia y sus efectos pueden durar entre cuatro y ocho horas.
Lico Sapdaz comentó que durante las ceremonias deben estar presentes los guías o personas experimentadas como él, quien lleva ocho años de estudio y de practicar el ritual de la ayahuasca tanto en Cancún, San Luis Potosí y el extranjero.
Recomienda que cuando menos se realicen tres ceremonias seguidas para lograr mayor conexión con la divinidad del ser humano, para lo cual se puede ingerir de una o dos tomas que se reflejan a través de la purga que consiste en vomitar, llorar o pasar momentos en el baño para limpiar los intestinos.
Antes de proceder a la toma de este brebaje, la persona realiza una dieta previa de una semana para eliminar las toxinas del cuerpo.
Cabe señalar que la decisión de participar en esta experiencia depende exclusivamente de la persona, pero las recomienda como un proceso de sanación física y emocional del individuo.
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