RUTA CANCÚN 10 ABRIL 2019.- Muchos buscamos día a día lograr nuestro equilibrio emocional, vivir de manera armoniosa con nuestro entorno, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros amigos. Sentirnos saludables por dentro y por fuera.
Una buena salud mental se caracteriza por el equilibrio entre lo que deseamos y lo que alcanzamos, conciliar nuestras posibilidades físicas, psíquicas y económicas.
Una persona que consigue equilibrio emocional es una persona que se relaciona con la vida desde la calma y la armonía interna. Lograrlo no es sencillo, pero si seguimos algunas rutinas diarias habrá más posibilidades de hacerlo.
Cuando somos capaces de aceptar que tenemos limitaciones y nos adaptamos de manera saludable a nuestra realidad podemos decir que logramos un equilibrio mental sano. No significa que nos quedemos conformes con nuestras deficiencias sino de estar concientes de que podemos crecer desde nuestra realidad hoy.
Para ello se necesita un gran esfuerzo, tenemos que cultivar nuestro equilibrio. Es claro que no se trata de un proceso lineal ni de cruzar una meta sino de aceptar la inestabilidad como parte de la vida cotidiana y aprender a manejarla para sacarle el mejor provecho.
Es decir, si aceptamos dicha inestabilidad como algo normal en nuestra vida podemos avanzar en nuestra propia estabilidad y equilibrio mental y emocional, viviremos más cómodos con nosotros mismos y más felices.
Si aprendemos a manejar nuestras emociones para nuestro propio beneficio se reflejará en todos los ámbitos, el laboral, el familiar, el social, en todo. Es cuestión de ponerle buena voluntad y esforzarnos por ser mejores.
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